Es un profesional sanitario, con titulación universitaria, especialista en el diagnóstico, la prevención y el tratamiento de múltiples dolencias patológicas del sistema neuromusculoesquelético, que son tratadas mediante técnicas terapéuticas no farmacológicas, que abarcan desde la terapia manual como herramienta principal hasta otra serie de técnicas como la punción seca, vendajes… etc…

Sí, los servicios de rehabilitación están formados por fisioterapeutas. El objetivo del fisioterapeuta es rehabilitar al paciente, diagnosticando y tratando su patología.

En la sanidad pública, al igual que en la fisioterapia que se realiza a través de las mútuas privadas, se realizan visitas masificadas y no personalizadas, lo que va en detrimento de la calidad del tratamiento, resultando muchísimo más complicado resolver la patología. El actual sistema sanitario público no permite al fisioterapeuta desarrollar todo su potencial.

Es un profesional no sanitario, que utilizando sus manos como herramienta única y principal, enfatiza en la manipulación del tejido miofascial y óseo para el tratamiento de diferentes dolencias físicas.

No existe una entidad reguladora global para la práctica de la osteopatía dentro de la Unión Europea. Esta regulación se hace país por país. En España concretamente, la osteopatía no es una profesión sanitaria y no está incluida en el Código de la Sanidad Pública.

El osteópata no está considerado como un profesional sanitario, como si lo son el fisioterapeuta y el médico. La mejor manera de saber si ese osteópata es de confianza, es asegurándote de que ese osteópata es, al mismo tiempo, fisioterapeuta. Las mejores formaciones de osteopatía se imparten en universidades o en escuelas con aval universitario, en forma de estudios post-universitarios de postgrado o máster, por lo que a esas formaciones sólo pueden acceder fisioterapeutas titulados. Es decir, los osteópatas de confianza son al mismo tiempo fisioterapeutas.

La misma que hay entre un médico y un curandero, es decir, la principal diferencia radica en la formación. Mientras el fisioterapeuta y el médico han cursado una formación universitaria, validada y reglada basada en la evidencia científica (con prácticas clínicas incluidas), siendo considerados ambos como profesionales sanitarios, el curandero y el quiromasajista o masajista, no han cursado ese tipo de formación, por lo que no son considerados como profesionales sanitarios.

La misma que hay entre un médico y un curandero o entre un fisioterapeuta y un masajista, es decir, la principal diferencia radica en la formación. Mientras el fisioterapeuta y el médico han cursado una formación universitaria, validada y reglada basada en la evidencia científica (con prácticas clínicas incluidas), siendo considerados ambos como profesionales sanitarios, el curandero y el quiropráctico, no han cursado ese tipo de formación, por lo que no son considerados como profesionales sanitarios.

Tanto el fisioterapeuta como el médico (traumatólogo) son profesionales sanitarios, con titulación universitaria, especialistas en el diagnóstico, la prevención y el tratamiento de múltiples dolencias patológicas que son tratadas, a nivel conservador, en el caso del fisioterapeuta mediante técnicas terapéuticas no farmacológicas y a nivel del médico (traumatólogo) mediante terapia farmacológica (vía oral o infiltrada). En caso de que no fuera eficaz la vía conservadora, en algunas patologías, la cirugía es otro recurso dentro de la medicina.

No es imprescindible. El fisioterapeuta está capacitado y formado, para atender a un paciente como profesional sanitario de primera instancia, pudiendo así diagnosticar y tratar la dolencia del sistema neuromusculoesquelético en cuestión, mediante técnicas terapéuticas no farmacológicas.

No, “el sistema de las mútuas” no me permitiría realizar un tratamiento individual y personalizado, que es la filosofía del centro. Las mútuas “empujan” de alguna manera a los centros que han decidido trabajar con ese sistema, a realizar visitas masificadas y no personalizadas, lo que va en detrimento de la calidad del tratamiento. La verdadera fisioterapia sólo se puede llevar a cabo a partir de visitas individuales y personalizadas.

Sí, se le facilitaría una factura correspondiente a cada visita, que deberá presentar en su mútua para que le efectúen el reembolso parcial o total de la visita.